21 de diciembre de 2009

Después de todo

está bien después de todo,
darse cuenta que una está enamorada...
no tiene nada de malo supongo,
aceptar que el corazón te vibra de repente.
Descubrir que este temblor,
es algo más que un efecto mecánico del vino o del cigarro,
encontrarse de repente con que las imágenes antes vagas
dibujan una silueta precisa
no está demás supongo,
aprender que el amor llega de pronto,
casi inesperado,
y que las estatuas pueden llenar de aromas regocijantes
los corazones más doloridos...

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