24 de junio de 2010

Con el sonido de tu risa


Me has acompañado hasta ahora y es momento de dejarte ir, le he pedido al viento que te lleve, le entregué al fuego tus recuerdos, sólo me quedaré con tu risa para los momentos en que sea necesaria. Por lo demás querido, este es un adiós para ti, y un abrir las puertas de mi corazón que te ha tenido guardado durante casi veinte años. Que el viento limpie y sane mi corazón para quedarme con un recuerdo bello y no más con un fantasma que roe. Te amaré por siempre