12 de diciembre de 2007

Frío

Tomé mi bicicleta y me lancé a la calle
el viento helado en mi cara
el frio colándose por todas partes
la única forma de calmar mi ira

pedalee hasta quedar sin aliento
concentrándome en sentir el frio
en mis manos, mi rostro, mi pelo
mi sangre disminuyendo su paso
adormeciendo mi piel al tacto

y fue así que el frío ahuyentó tus juicios
y yo pude adormecerme
para que no me dolieran

Sonrío y limpio

Un balde de agua fría tus ojos
tu mirada una sentencia
y no supe que hacer
así que estoy aquí
ahogándome mientras sonrío y limpio
muriéndome por dentro

Aunque sea

Quiero cerrar los ojos en tus brazos
esperar el arrullo de los sueños
vivir de nuevo esa vida
en la que no hay motivo para la distancia

te anhelo con risas y sollozos
en los errores y los aciertos

quiero tantas cosas esta noche
dejame aunque sea
arrullarme con tu voz en la distancia

Todas yo

En estas líneas no hay sangre
intenta haber esperanza, unidad
no más escisión, ni distorsión
todas-yo somos bienvenidas

Una palabra ya no es...

Antes escribía sin temor a ser leída,
ahora me contengo,
una palabra ya no es,
sino testimonio de un párrafo tras ella reprimido
porque el miedo a ser visible
es más real y más profundo
cuando más entiendo
que aquella sensación de singularidad
era solo un indicio
de este pedregoso camino
que no he escogido
y sin embargo padezco.

Todos me duelen

Todo me duele, cada palabra, cada imagen
porque me veo en todos y en cada una
[butch, femme, marica, invalido, loco, depravado]
cada página toca en mí,
el hilo profundo de mi ser negado
de mi posible condena,
de mi martirio prefechado

Pasaje secreto

Es un pasaje secreto mi vagina
túnel hacia el inframundo
y cuando se funde con otra vagina
el mundo aplaude
los paraísos perdidos se encuentran

aquellos destinos ocultos se reconocen
dan luz a todo lo negado
en el largo camino de los hombres

1 de octubre de 2007

Tomadas de la mano

Por las lágrimas que juntas derramamos
por el intricado ombligo que eternamente compartimos
por los estigmas y el dolor
que nos nacieron madre-hija, en medio de un rosario de condenaciones

Porque te escucho, latidos, en el silencio
te confieso verdades cuando me culpo
me incrimino dolores y nostalgias
desde mi yo-engendro
desde mi nulidad y pequeñez de feto inoportuno

Porque llevé tus estigmas, y me trague tus dolores
las lágrimas que derramaste se perdieron en el escote
y se fundieron en mi saco
y porque aquellos que no lloraron tus ojos
los confesaron tus entrañas
transgrediendo mi paraíso ectoplásmico

Fuimos esas inoportunas
las arribistas, las no llamadas
las que fueron
en el límite de los objetos permitidos
y vieron la luz en el semen olvidado

Por que nos cargaron sobre la espalda
los siglos de racismo acumulado
los miedos de la indianidad latente
porque fuimos espejo de las nimiedades
y las podredumbres de lo que se oculta y sin palabras se nombra

el dedo de la abuela nos sentenció a la muerte
pero la vida es rebelde a las excusas
y el miedo aunque carcome
construye historias que medio se paran

y estamos aquí
tomadas de la mano
indianidad negada
feminidad culpable
tú la deshonrada
yo la impronunciable
unidas de nuevo por el dedo acusador
y los argumentos del reproche
hundidas en la esquina de la oscuridad
y el olor a sangre

Aquí estamos presentes
porque a mi vicio de oídos sordos
se le ha unido tu sonrisa perenne
y esa forma de ser que no sé si me alegra o me destroza

22 de marzo de 2007

pasadizo

huye!
huye!
fue todo lo que alcanzo a decirme

posesa del miedo desapareció
entre el abismo de las calles paralelas

un abrigo raído y piernas cortas la vestían
los ojos frustrados y llorosos

no entendí el trasfondo del asunto
hasta que llegue al pasadizo de la muerte

vacio

no tengo más fuerzas
trato de meterme energía por cualquier lado
café, nicotina, agua, música, pornografía
nada funciona para levantarme la moral

no alejo de mi mente la imagen de esta gran casa deshabitada
llena de cosas, de MIS cosas
de MI ropa, MIS muebles, MIS guisos
y añoro transformar ese mi en NUESTRO
y compartir risas y miradas con esa otra a la cual extraño
terrible la sensación de vacío
de soledad
de que nada vale la pena

chiquitolina

everything seems so nice
demasiado nice

una pastilla de chiquitolina,
completa invisibilidad perfecta mierda

Desde mi cocina (2)

Lamer, saborear, chupar los primeros verbos, los primeros sentidos que percibieron las claves más básicas de lo que es ser una ladina, una mestiza, una clase media guatemalteca. Cuando vuelvo a casa con las bolsas del super y las desocupo en mi refri siento que estoy haciendo cosas que no me corresponden, siento que traiciono a un grupo de mujeres que sembraron sus condimentos, que sudaron sus frijoles y entonces como con culpa, pero luego me siento satisfecha, orgullosa, de poderme ganar este vino, estas aceitunas, estos tortelinis, aunque cotidianos, ajenos.

Pienso entonces que mis bebes saborearan primero los rábanos recién sembrados, los tomates maduros recién cortados y que no comerán Gerber ni Cerelac, porque merecen saborear la historia de aquellos que le permitirán asistir a un buen colegio.

Desde mi cocina (1)

Miro a mi alrededor y de pronto me doy cuenta que los años han pasado, han pasado por mi cuerpo y mi mente días, meses completos y este lugar que parece tan propio parece una especie de recuerdo de infancia. Las cosas a mi alrededor tienen tantas raíces en mi pueblo, en mi historia, en los cientos de seres humanos que me antecedieron. Tantas ideas, tanto conocimiento, todo ante mí, resumido en un comal y una refrigeradora, que más. Con eso puede vivir cualquiera.

Mi cocina está habitada por olores, sabores y los fantasmas de las mujeres que me antecedieron. Mágicas baladas de amor han sido descritas a través del encuentro de las hojas, los chiles y las semillas que me acompañan y habitan mi vida. La cocina ha sido una especie de pócima exorcisadora de mis más hondas angustias. Cuando estoy triste, cuando estoy contenta, cuando me siento sexualmente satisfecha, me refugio en un té bien cargado o en un guiso acompañado de sonrisas. Y así soy, soy una mujer con raíces, llevo en mi piel y en mi lengua la historia de tantas mujeres con pasados distintos pero parte de la misma historia.

Me siento en casa cuando estoy en mi cocina, en ese espacio único no transgredido por nadie, es parte de mi legado, una especie de caverna donde cuelgo mis trofeos, donde escondo mis pócimas y mis venenos. Hay tantas posibilidades que otros dedos sazonaron, pero al final del día el reencuentro conmigo misma y con mis razones más profundas se da cuando el aceite caliente dora uno de mis platos favoritos. Y es que, aquí se reúnen los paches de las fiestas, las ensaladas de las dietas, los huevitos de la noche, el moshito de la escuela y esas verduras que se compraron sin pagar el precio que valen, que fueron tratados quizás injustamente, que fueron sembrados por manos que nunca vi envejecer, que fueron pagados con el sueldo ganado a través de la angustia, del dolor, del silencio, del conformarse con el papel impuesto.

Escritor quebrado

mmmmmmmmmmtecla
kdjfñlsdjfopaoiqjerwleflasdjfoasorjweomiedo
alsdkfjañpoweprqowiernflasslñaskldjosatecla-miedo

tecla-miedo

no veo a la pantalla, me horrorizo
parálisis cerebral, pagina en blanco
manos que sudan, mouse goteando
teclas muertas

una computadora en la cima del mundo
la cima es resbaladiza
un monitor gigante que te cae encima
después el CPU,
las bocinas

todo cae
ya ni duele
inconsciencia-teclas- miedo-manos muertas
mouse roto-monitor cayendo de la montaña

escritor quebrado