Tomé mi bicicleta y me lancé a la calle
el viento helado en mi cara
el frio colándose por todas partes
la única forma de calmar mi ira
pedalee hasta quedar sin aliento
concentrándome en sentir el frio
en mis manos, mi rostro, mi pelo
mi sangre disminuyendo su paso
adormeciendo mi piel al tacto
y fue así que el frío ahuyentó tus juicios
y yo pude adormecerme
para que no me dolieran
No tienes que ser discipula, fan, crítica, ni enemiga, solo tienes que ver, ni siquiera con límite de tiempo, prestarme tus ojos para verme en ellos, ser una testiga.
12 de diciembre de 2007
Frío
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1 comentario:
Esta es tu tercer entrada y voy sintiendo que me vuelvo tu fan, respecto a este poema tengo una sensacion que expresarte y es que algunas veces encontramos nuestro
-lugar seguro- en ciertas actividades, algunos trabajan mucho para olvidar su dolor(trabajaholicos), otros duermen todo el dia (la tipica depre)y otros mas extremistas nos adormecemos como vos decis, con frio, con cansancio, con sexo, con olvido. Este poema describe muy bien el proceso interno para canalizar el dolor en su etapa mas intensa.
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