6 de octubre de 2011

Tijuana lover border love

Hoy ando de forever,
de ganosa,
feliz de convocar a la música y las letras,
de danzar por mi casa,
de sentirme en mi piel,
de acariciarme estas ganas.

Hoy ando vibrante,
con ojos ansiosamente vidreados,
con la piel erizada de las ganas y el frío,
hoy me siento
y te siento tan profunda en mi deseo y mis anhelos,
hoy he dejado de pensar y poner mis límites acostumbrados,
quiero desearte sin límites,
anhelarte sin miedo a que me duela,
recordarte plenamente,
amarte con toda mi alma,
sin expectativas pero con toda mi fuerza,
sin cadenas ni promesas,
con toda la libertad de esta fuerza.

Hoy no estás y me acompañas,
hoy soy completa en mí misma,
sueño y sonrío,
creo y me asombro,
nombro y me dejo ver,
hoy te amo

*gracias a Lágrimas de Cameleón por el título

2 de junio de 2011

soy

soy luz, oscuridad
soy la herida sangrante
mi cuerpo no es sólo el campo de batalla
sino batalla hecha cuerpo, hecha mujer
soy la huella viviente
de la lucha a muerte entre lo bello y lo monstruoso
entre el calor y el frío
la ternura y la agresión
soy la lucha constante entre el desasociego y la esperanza
un mano a mano entre la vida y la muerte

siento danzar dentro de mí esta eterna contienda
las fuerzas más elementales y antagónicas me han moldeado
las mismas que han constituído al mundo

mi cuerpo mitad indio, mitad blanco
mi lengua llena de palabras europeas y gringas
para nombrar saberes y sentires arraigados a esta tierra violentada y rebelde
mi cuerpo construído a traves de bondades y violencias
mu cuerpo mestizo es una huella de la resistencia
una prueba vital de la esperanza y del dolor
soy una expresión cotidiana de la preeminencia de la vida
una batalla conmigo misma víctimma y perpetradora
amarga dulzura, lo que se dice y lo que se calla,
es mi mayor aporte a esta lucha por la vida mi lesbianismo
una rebeldía declarada a la opresión de este sistema
opresión de todo aquello que inferioriza-antagoniza lo femenino
es una reviindicación de mi sexo,
un acto de amor,
reconocimiento de mi humanidad y de las otras
más allá de los límites impuestos

me vomito los valores y los juicios
las ideas de inferioridad con las que quieren que me vea
y desde donde quieren que descalifique a mi madre, mi abuela, mis ancestras

me exorciso de colocarme voluntaria y resignadamente al servicio de los hombres
por la sencilla pero contundente idea de que son superiores
y que esa es la "naturaleza" de la vida, y por lo tanto de MI vida

desde mi lesbianismo
mi lugar del afuera
desde este sitio movedizo, cambiante, amenazante para el orden del mundo
me lavo constantemente las huellas de opresión
y me construo sonrisas nuevas, recupero mi humanidad
con lo masculino, lo femenino y lo mezclo a mi gusto
porque puedo parir y pensar sin que sea contradictorio
recibir y dar sin que sea un rol definido
amar, sentir y construir cuando quiero y porque lo elijo
y no porque es un deber para que funcione el mundo

soy huella, soy fruto, soy el campo de disputa
soy la disputa en sí misma
soy buena, mala, bella y monstruosa
soy un ser luminoso en esta tierra
una energía materializada
soy la lucha por la vida más allá de la sobrevivencia
soy la vida misma

26 de marzo de 2011

Canción a tu ausencia

Mi tarde llena de melancolía de vos,
de ese espacio mágico que cobra vida cuando nos encontramos
la luz de la tarde me dibuja vacíos
ilumina las sombras de tu recuerdo
y la música me lleva leve hacía nuestros recuerdos

Las sensaciones mías del nosotras son muchas y son plenas
huellas en mi piel cobran vida
tu aroma se levanta de mis poros y me inunda
tus caricias en mi deseo escondidas se me arremolinan
mi cuerpo te pide
mi risa te anhela

El nosotras sigue vivo en la distancia
una llamada, unas líneas, una imagen lo alimentan
me siento en vos, te siento en mí
y añoro esas complicidades de la mirada, de la risa, de las lenguas
extraño tu complicidad
un entendimiento simple, esa sincronía de nuestras ideas
anhelo la complejidad de nuestras charlas de pocas palabras
ese camino ya andado de nuestros razonamientos que nos encontraron fácil en un mismo momento

Es una canción a tu ausencia la que tarereo en este día
desde el salón, desde mi cocina,
desde la ducha en la cual te pienso
desde mi cama con tu recuerdo
desde mis palabras no dichas
desde tu sentir hecho canción

Extraño tu complicidad
entender sin explicaciones,
comprender sin palabras,
lo que dicen tus ojos justo antes de lanzarnos al abismo...

19 de julio de 2010

Ella

Ella tiene una forma muy peculiar de dibujar el tiempo en su cama, de dibujar el paso de sus horas en ese territorio diminuto dispuesto para el sueño. Se arremolina a veces en el centro, permeneciendo así por horas y horas hasta el amanecer. Otras veces duerme marcando las doce y treinta, aquellos días en que todo armoniza perfectamente, las sábanas correctamente dobladas y dispuestas, combinando el edredón con el color de las pijamas. Esas eran noches de clima neutral, en que el aire traía sonidos sin humedad, y el calor de su cuerpo era mayor que el de los derredores. Otras noches, las más accidentadas, se dirige a la cama luego de un tumultuoso devenir en el que ni siquiera alcanzaba a desatarse los zapatos. Su cuerpo la despierta con un hormigueo de piernas, mientras marca las nueve y cuarto, con los pies colgando por alguno de los lados de su cama. En esos días, pocas veces alcanza siquiera a abrir la cama, y menos a quitarse la ropa del día. Otros tantos se acuesta entre sus cinco almohadas, colocando una al frente la cual abrazaba, la otra entre las rodillas, otra más en la espalda y dos por encima de su hombros, esas noches, mientras su cabeza marca las doce, sus piernas se arremolinan para no precisar el tiempo, el cual varia según sus sueños, más bien según las presencias en sus sueños... los días en que aparecía Luna eran días de entrecruzar los pies y abrir los brazos, cómo esperando su llegada. Aquellos en los cuales aparecía Domba, se aferraba a la almohada del frente recordando el cuerpo de ella entre sus brazos, su piel canela tan cercana, su cuello largo al alcance de sus labios y sus manos acompañadas de las de Domba juntas en medio de sus pechos. Esas noches perdía la dimensión del tiempo y la desnudez combinaba con cualquier color de sábanas, edredones o recuerdos. Cuando venía Rami a su lecho, su cuerpo podía amanecer en cualquier resquicio, a las doce menos cuarto, a las once y veinte o incluso a las seis y cuarto. Su cuerpo gravitaba según la profundidad del recuerdo, la variedad de armonía de sus sentires, que eran tantos y tan variados. Las noches más perturbadoras eran cuando venían otras, incluso aquellas con la que nunca había amanecido, porque su cuerpo hacía recorridos interminables y se acomodaba sutilmente a cada recuerdo-anhelo. Entonces su cama se hacia pequeña, y la pobre perra acostumbrada acomodarse en su compañía decidía trasladarse a su cojín y desistir de la tarea. Eran noches concurridas en las cuales sus recuerdos la absorbían, las huellas de las otras en su cuerpo despertaban y le dolían. Los besos, las mordidas, la humedad jundo al delicioso olor de cada una volvían y su cuerpo se le antojaba pequeño, limitado, impotente ante la fuerza de las presencias que la poseían. Sueños-recuerdos fluían en constantes marejadas de humedad, mientras sus sueños-fantasías le dibujaban sonrisas y promesas.

Testigos

No nos conocíamos antes, a algunos nos reunió en su mano durante una caminata. Nos recogió y quitó el polvo uno a uno. Otros fuimos traídos por la mano de otra mujer. Caímos todos de árboles vecinos, crecidos en el volcán de Pacaya. Viajamos hasta la cima del volcán en diferentes bolsillos, conociéndonos, viajando ocultos en el ascenso. Luego de un rato nos conocimos todos, fuimos una especie de regalo, estábamos en un lugar nuevo, con un cielo distinto, a los pies del volcán, antes nuestra casa. Ella nos colocó en una cajita de fósforos y luego en una bolsita que una bruja le regalara.

A veces nos deja en casa, en los días en que está más ligera, alegre y relajada. En cambio cuando amanece tarde y con el alma contrariada nos lleva entre sus manos y nos apretuja. Otros días nos cuelga en su cuello y salimos con ella, esos días recita oraciones, conjura deseos, prende velas y nos pasa por el fuego. La hemos escuchado preguntarle al humo, susurrar cosas al teléfono o chatear en la computadora mientras sonríe aunque sus ojos también presagian lágrimas.

Muchas veces mientras habla mete sus dedos en la bolsita y al encontrarnos parece relajarse. Otras tantas nos extiende en su mano izquierda y con la derecha nos esparce, nos acaricia, nos interroga y nos sonríe.

Frijolitos rojos, oráculo de brujas, frutos del tz'ite, recuerdos de caminos cómplices, eso somos, mudos y diminutos testigos de sus pasos.

12 de julio de 2010

Tan, tan, tan

Pam pam pam, el Rach 3 en su cabeza, subiendo y bajando de volumen. Ella en la noche. Tirada en la azotea adivinando estrellas entre las nubes. No acababa de saber si estaba dormida o despierta, en ese estado en el que la meditación cobraba fuerza. Un día largo para estar en casa. Un día con antojo eterno, con más frío y más melancolía que de costumbre. Acabó el día tirada en la cama con ganas de llorar. Salió a la azotea para respirar, con el Rach instalado dentro. Se colocó en la meditación de reconciliación con la tierra, con las palmas de los dedos hacia arriba, y las palmas de los pies hacia abajo. Respirando, respirando, y de repente el Rach tomando como propiedad su cabeza. Instalándose en su cerebro-caja de resonancia, tita, tita, tita, titan, da li da li dariraru, da li, dali dadada... una espiral que salió de su cerebro al infinito y entonces los ojos, abrió los ojos contra cualquier indicación de la maestra. Abrió los ojos e indagó resplandores, los cuales permanecían ocultos tras las nubes de junio... Es nula la conciencia que tenemos de ser parte de este mundo -pensó-. De ser parte de la cadena de la vida, del flujo de energía. Una persona hará la diferencia??? -se preguntó-. No lo sabré nunca -se dijo-, sólo sé que puedo ser mi diferencia, y resonó entonces su corazón, tan, tan, tan, tan..

2 de julio de 2010

Presagio

prefiero no imaginar tu cercanía
que la sola presencia de tus imágenes
me dibuja pájaros y rutas de viaje

mi cuerpo es territorio entregado a tu fantasma
que viaja como en su mismísima casa.
por eso tu mirada ya no me es ajena
presagia con sarcasmo mis nuevos naufragios