Hace noches te deseo en mi cama
Te añoro como si tu piel me fuese una casa
Un hogar que me espera luego de un día de lluvia
Tengo ganas de ver tus ojos-niños
viéndome con avidez mientras leo un libro a tu lado
Deseo batallas de sonrisas,
mientras la que pierde se sonroja
y la ganadora gana besos
Te he soñado despierta una y otra vez,
algunas veces a partir de los momentos que atesoro,
de esos pocos momentos en los que te tengo
otras veces me derrocho en fantasías recién horneaditas,
olorosas a romanticismo viejo y ganitas de joven.
Al final de cuentas,
te pienso más de lo debido,
sin necesidad de intentarlo,
tan natural como la lluvia,
unas veces fugaz y ligera,
y otras veces fuerte y contundente.
Que qué te he hecho me preguntas,
y yo dentro de mí te contesto mientras me lamento
“solamente pensarte”.