2 de marzo de 2009

Principio

Hace ya varios años tus ojos verde-celestes me llevaron al abismo de mi misma. Tu mirada retadora, enérgica, inquisidora, se concentró por unos seguntos en mí, y transformó mi piel en agua. Me transformó en materia humana desparramada sobre la silla.

Tu, me provocovaste de tal forma que mi mundo tambeleó en lo más profundo. Las memorias de los juegos entre niñas cobraron nuevas dimensiones, y tuve que reelaborarme el discurso sobre mi misma y mi erotismo. A penas recuerdo, pude balbucear un hola, tu te reías con una arrogancia descarada, con una especie de picardía o autocomplacencia, yo estaba completamente embobada.

La historia para tí debio haber quedado allí. No recordarás a esa chica, a la que tocaste de tal forma que jamás te olvida. Para mí la historia no acabo allí, me ayudaste a comenzar un viaje de reencuentro hacia mí misma.

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