No tienes que ser discipula, fan, crítica, ni enemiga, solo tienes que ver, ni siquiera con límite de tiempo, prestarme tus ojos para verme en ellos, ser una testiga.
Dichoso tú con tus verdades.
Tan feliz, tan conforme.
Tan satisfecho con tu vida,
que hasta te das el lujo de estarlo por la mía.
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