Más allá de mí, el infinito
el dolor, la irreverencia, el absoluto
la instancia del recuerdo convertida en calvario
telenovela pop la del proyecto
de esa que quieren que sea
y ni a putas puedo
Esta es una canción para mi enojo
un grito de auxilio a mi decencia
un centinela de alcoba a mis pecados
los que he condenado a conciliarse
Que se besen los ojos asesinos
de aquellas caras largas del espejo.
Que se acaricien hasta comulgarse
aquellos puños que rasgaron pieles.
Y que no exista más, yo, la del enojo
la del irremediable corazón dolido
la que se culpa cual virgen de dolores
y se azota como hija del mismísimo dios mío.
La que se clava en la cruz todas las noches
y se desclava para desangrarse todo el día
A todas esas voces incoloras
que se escondieron en la tina
cuando desgarré mis venas
A aquellos suplicios recitados
cuando con agua se diluyeron
los veinticinco diacepanes en mi cumpleaños.
A las postales de despedidas
que llegaron sin dar explicaciones
porque el bang-bang resulta caro
para una pinche desempleada de la utopía
1 comentario:
Maravillos!! Esa rabia/fuerza... trangresión...
Un abrazo a la distancia
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